BAJO EL OLMO
Vengo como cada tarde...
a vivir un sueño en este parque,
donde un viejo olmo, me da cobijo,
aire fresco, y...un banco para sentarme.
Hombre solitario soy, romántico y afable,
hombre de los pocos...con sombrero y traje.
Conocedor, del límite que dan los años,
y mis libros, son parte del equipaje.
¡Dios...concédeme no ser consciente,
atiende mi desvarío, si juventud...te pido esta tarde!
Ya oigo su risa, ya llegan sus juegos y cantes...
Voces de un ramo de primaveras,
donde luce, la más linda flor,
la más bella rosa... ¡qué jamás yo viera!
Con solo verla…
¡Salta mi sangre como agua de la fuente!
¡Qué sueño el mío, si pretendo enamorarte!
Y aquí bajo el olmo cada tarde,
mi mente se rebela con lo más evidente...
Que ya cumplí mis cincuenta Abriles,
y ella, hermosa rosa... ¡Apenas llega a los veinte!
ANYELA
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