lunes, 7 de enero de 2013

VERSOS DE ORO



VERSOS DE ORO



Versos de oro son los que ascienden al cielo
conversan con Dios y los Maestros Viejos
se esconden en las almas de los buenos
emocionan al cerro a la montaña al fuego
y refrescan la tierra de los muertos.

Versos de oro son los que quedan detenidos
en los estantes de la vida pródiga
para alentar los corazones deprimidos
exaltar las mareas del amor en giros
expulsar de las mentes en tinieblas
la ira la sospecha la sonrisa azufrada.

Versos de oro son los penetrados
por la brisa secreta de los magos
conmoviendo los cimientos de la esfera
enarbolando la bandera propietaria
de los juglares que renuncian a los premios
porque su vuelo generoso los posee.

Versos de oro son los que resuenan en la historia
se incrustan en el tiempo legendario
acunando en el espíritu sagrado
una verdad de simiente germinada en parras
uvas de vino sacro de inmortal futuro.

Versos de oro pertenecen a los sensibles gozos
del pan del trigo de las manos rústicas
trabajadas con trinos de jilgueros esmerados
hilados con los besos del tributo.

Pero hay otros los que integran el submundo.
Versos contaminados de soberbia de miseria
de presencia atormentada por la gula impropia.
Gula de alcurnia explorada en cienos subterráneos.

Yo no le escribo versos de oro a los tiranos
ni a los que suben a la torre de los necios.
Versos de oro escribo en esta tierra pordiosera
para mimarla con pan con fuego con salero.
Versos de oro son para el pescador de su destino.
Versos de oro para el hombre que se cuelga de la luna.



Beatriz Ojeda